No sé si sentir la gravedad sea tan incierto
como sentir que muero.
Las blasfemias me coagulan la sangre,
intento leer; pero no me sale.
El sombrero ardiendo sobre la estufa.
Mi fonendo, ardiendo con él.
Mi vida, ardiendo con él.
Las llamas, ¡benditas llamas!
J. Herrería
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